viernes, junio 18, 2010

Así se las gastan

He notado que cada vez hay más gente pidiendo dinero en las calles, uno los ve y son perfectamente capaces de trabajar, yo no sé si es lo poco que aprendierón de sus papás o simplemente lo aprendieron por que es la manera más sencilla de obtener unas monedas sin hacer algo. Cada vez son menos las personas mayores y son mayores los menores, todos mugrosos estiran la mano y te dicen "me regalas una moneda" "me das para un taco", pero esas son puras mermas, eso ya todos lo sabemos.

A lo que voy es que yo creo que pocos o ninguno son ambiciosos de salir adelante, no tienen hambre de salir de esa jodida situación y así se quedarán el resto de su miserable vida, estirando la mano y pidiendo dinero a diestra y siniestra. De todos esos hay los que partícularmente se ganan todo mi desagrado, como los que se suben al metro y estiran una playera llena de cristales rotos para despues decirte que lo hacen para tener que comer, donde dormir, que calzar y demás cosas que sabemos perfectamente es una real mentira, después el típico rollo masticado y preparado para ganarse el sustento de cada día. Esos son unos, pero hay otros que llegan incluso más bajo, llegan arrastrándose y con un trapo sucio hacen ademán de limpiarte un zapato, no digo que los 2 solo uno y te ponen ojitos de perro atropellado, de esa manera hay quien si les da unas monedas, pero solo es fomentar a esos seres inútiles, quienes tal vez no tuvieron las mismas oportunidades, pero afrotémoslo tienen toda la capacidad de realizar alguna actividad que los saque de eso, obvio no lo harán es dinero fácil.

Hay casos igual de patéticos, en el metro normal hay una muchacha que llega finge un llanto se tira al piso y estira la mano, ese podríamos decir que es su trabajo. Por el depo -de ustedes-, igual hay un morrito que pasa haciendo pucherto lanzándote un cuento creíble eso sí es la primera vez que te lo topas, pero después de verlo 2 o 3 veces dices, este morro estará zopenco para que siempre le roben su cartera y pida para su pasaje, pero esos casos hay muchos, siempre encontrarán la manera de hacerle para seguir sacando dinero y seguir sobreviviendo en la gran ciudad.

Hay otros (que son los menos) que cuando estás leyendo se te quedan viendo, te tocan con un dedo para que les hagas caso y cuando les dices no, te ponen cara de indignados, se enojan y se van matándote con la mirada, pero es lo que menos me preocupa,  habrá quien si les dé dinero pero yo no.

Por otra parte hay quienes se merecen mi respeto, pero de ellos no hablaré hoy, no entran en este apartado.

Y ya, ái se ven.
Excelente finde.

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