sábado, agosto 13, 2011

De Jalcomulco

El día de hoy por la tarde regresé de un viaje entre placer y trabajo a Jalcomulco Veracruz, que aunque es pequeño esta rodeado de bellísimas zonas árboladas. Había olvidado lo que era viajar a Veracruz por carretera, saliendo ya del horrible Estado de México se convierte en una increíble galería de postales, por un lado los volcanes antes de llegar a Puebla y después las zonas arboladas, esta vez no tome fotos en los transcursos pero mantengo las imágenes bien grabadas, aunque próximamente me gustaría regresar.

La experiencia ya estando en Jalcomulco se transformó ya que teníamos cierto concepto para el hospedaje, por eso no es bueno estarse con la idea de llegar a un resort 4 o 5 estrellas, llegamos a un campamento, las cabañas eran para 4 personas y no tenían baño. Los baños estaban distribuidos en 2 puntos y obviamente eran para todos. En fin, eso dejo de importar cuando me salí a conocer el lugar, el camino para llegar al lugar me gustó mucho ya que ví especies de árboles que no había visto antes, frondosos y la primera partícularidad del viaje es que todo estaba verde; llegar al montruoso DF hace que se vea exactamente todo lo contrario.

Fuera del trabajo lo que más me gusto fueron los paisajes y sobre todo haber realizado una actividad nueva para mi: el rafting. Llegamos al punto de encuentro entre emocionados y nerviosos, cosa que le daba sabor, unos preocupados por que saber que hacer si se caía y otros más preocupados por que se les iban a mojar los tenis, que a propósito los míos siguen mojadísimos aún cuando la actividad fue ayer y hoy ya estoy en el depo. Después de instrucciones básicas comenzó la aventura.

En pleno descenso y contra las corrientes.

No me imaginaba que el descenso sería tan extenso (aunque al final parece corto) y agotador, pero vale la pena intentarlo; los paisajes y sobre las emociones que se viven dejan muy grato recuerdo. Nos dieron oportunidad de bajar a nadar en un lugar que se llama la cueva y el problema no era la bajada, sino la subida a la balsa con todo el equipo de seguridad jeje. 

Después del rafting fue el cierre del evento nada más y nada menos que con una cena medieval, con vino tinto, costillas y chamorros, si, sin cubiertos tengo que decirlos, me gusto el ambiente que se hizo entre los asistentes, entre las actividades estaban las justas entre caballeros, pero en vez de utilizar caballos se usaron burros, el lanzamiento de tiro con arco, pero como no había arco pues se usaron dardos, sacar una manzana con la boca, y el ya tan famoso levantamiento de tarro. Aparte de eso los espectáculos y arlequines que le dieron el toque humorístico a la noche. Al final el lugar sorprendió con una barra libre. De todo lo anterior aunque resumiendo puedo decir que estuvo espectacular. Sobre todo el descenso en balsas, lo repetiría sin dudarlo.

Que buen sabor de boca queda, un abrazo.