martes, septiembre 23, 2014

Fino polvo de agua

- Nada es tan mio como lo es el mar cuando lo miro.
Esas palabras de Elías Nandino me acompañaron en el último viaje que realicé a la playa.

Me parece fascinante la cantidad de pensamientos que vienen a mi mente al estar parado frente al mar. En un momento pensé que el mar envidiaba la tranquilidad del río, y éste, su bravura. Pese a todo, agua son.

Las olas reventando sobre la arena son infinitas, como los números.


Me gusta que a cualquier hora haga escuchar su voz de volcán, la que envuelve, la que habla al oído y  después se convierte en música con sus notas altas y bajas, la que hace que por la noche contemplemos con perfecto ritmo las estrellas.

viernes, septiembre 05, 2014

Inefable

Sonaban las campanas de la iglesia que queda a un tiro de piedra de mi casa.

Me preparo para salir a correr mientras miles de personas inician con una rutinaria condena que están obligados a seguir día tras día.

Muchos detienen la alarma; y en esos 5 o quizá 10 minutos que pasan en cama tratando de alargar lo inevitable, se convertirán en un mar de prisas, desayunos mal hechos, mal humor y mucho tráfico. En esta ciudad es algo de todos los días. Esa misma rutina, la que destruye lentamente, la que les carcome las esperanzas y aquella que lentamente destruye los sueños. Esa, es la misma que hace que se busque en un afán desmedido y con desesperación donde todos, o la gran mayoría, buscan cambiar su vida haciendo exactamente lo mismo con la esperanza de lograr un giro radical a cambio de no invertir una gran cantidad de esfuerzo para tener otros resultados, una utopía moderna.  

Al salir e ir caminando el espectáculo de caras de hastío es monumental, sin querer, uno se mimetiza y de forma gradual queda atrapado en una masa de personas silenciosas, donde cada quien habita su propio mundo; provocando una instantánea indiferencia hasta que alguien rompa la ilusión transgrediendo la rutinaria existencia de los demás. 

Es una ciudad repleta de gente, y aún así queda espacio para la soledad, el abandono y el anonimato.

lunes, septiembre 01, 2014

8

Ocho es el cubo de dos.
Es el sexto número de la serie de Fibonacci, después del 5 y antes del 13.
Es la raíz cuadrada de 64.
Es el número atómico del oxígeno.
El 8 representa con las 2 serpientes entrelazadas del caduceo, símbolo del equilibrio entre fuerzas antagónicas. También representa el eterno movimiento cósmico.
Es la verticalidad formal del símbolo del infinito.
En la mística cosmogónica de la edad media, el 8 correspondía al cielo de las estrellas fijas y simbolizaba el perfeccionamiento de los influjos planetarios.
En China, el 8 es el número que simboliza la buena suerte.

Hoy este blog cumple 8 años.

viernes, mayo 23, 2014

Los ojos sobre la ciudad

No hay quietud, no hay silencio.
Tierra de todos, lugar de nadie.
















Saludos

domingo, febrero 23, 2014

Reglas de etiqueta para ir al cine

Seguramente muchos de nosotros vamos con alguna frecuencia al cine y estaremos de acuerdo en que a todos nos gusta pasar un rato muy agradable, pero por algún factor desconocido o simplemente podríamos decirle estupidez, hay personas que tienen una cierta incapacidad de hacer que la experiencia no valga tanto la pena, es por esto que basado en experiencias que me ha tocado vivir dejo las cosas que NO hay que hacer cuando vamos al cine:

En la taquilla:
- Los que tienen tiempo haciendo fila para elegir la película y al llegar su turno no saben que película o función elegir o bien se les ocurre preguntar a las personas de las cajas que cual película les recomiendan. Por favor no
- Los que estando en taquilla se les ocurre hablar por celular con la persona que les acompañara también para elegir película, ¿qué karma pagamos con eso?

En la dulcería:
Si bien la experiencia de disfrutar una película se puede mejorar, no faltan las personas que van en familia, bola, o como quieran decirle solo para elegir algo que ya está publicado y aún así...
- Cuando ya es el turno de la persona no sabe que va a pedir.
- Va con otras personas, las cuales se formaron en otras filas para ver cual avanza más rápido y termina por hablarle a todos para tomar pedido.
- Los que van con la familia, y prácticamente es imposible saber que quieren por que los niños lloran, hacen berrinche y otros están indecisos.
. Los que ya acabaron de pedir, ya pagaron y le dicen al cajero, NO, sabes que, se me olvidó pedirte unas palomitas. Si a eso le sumamos que antes paso todo lo anterior la película pudo haber empezado o nosotros podríamos haber perdido la paciencia.

En las salas:
No hay duda que en la sala es donde más disgustos se pueden pasar.
- Los que llevan bebés a películas para mayores, digamos por ejemplo, El lobo de Wall Street, por qué alguien llevaría a un bebé a ver esa película; puedo entender que los papás estén aburridos y quieran hacer algo diferente. Pero ni ellos disfrutan la película y para mala fortuna nosotros tampoco disfrutamos. No lo hagan por favor.
-Los que usan celulares durante la función, ¿por qué? no es un club para socializar. Lo correcto sería dejar de usarlo cuando recién inicia la película, pero pues cada quien tendrá sus límites para dejar de usarlo. Les paso que se les olvide y contesten una vez, pero no que hablen en voz alta por que no escuchan, si es urgente se pueden salir de la sala, argh.
- Los que patean asientos, ¡no jodan!
- Los que parece que van al motel, pero ese no es el problema, el problema es que hacen todo tipo de ruido y hablan. Para eso están los idems.
- Los que preguntan todo de la película.
- Variación 1: Los que hacen sus observaciones durante la película.
- Variación 2: Los que no pueden dejar de halar de temas totalmente diferente a los de la película.
- Variación 3: Los que hablan, ¡no hablen cuando ya inició la película!
- Variación 4: Los que hablan en voz muy alta repitiendo lo mismo que acaba de pasar en pantalla y encima se enojan por que se les pide silencio.
- Los que se pelean con su pareja y no lo hacen en silencio, ¿para que fueron al cine si están enojados? No es terapia.
Y existen grandísimos cabrones(as) que hacen todo lo anterior.

Mención especial para los cínicos:
Y como siempre hay gente cínica aquí está una mención especial para los que llevan contrabando al cine, no me opongo, a lo que voy es que sean demasiado ruidosos durante la función.
- Los que llevan bolsas de papás y hacen todo lo posible por que todos escuchemos que traen papas.
- Los que llevan tuppers (SI, dije tuppers) con comida para hacerse tacos en el cine. Yo lo vi, nadie me lo contó. ¿por que hacen eso? simplemente ¿por qué? Hasta el momento los reyes del cinismo.

Desafortunadamente esto se da la mayoría de las veces, y son pocas las ocasiones donde esto no se ve. Si tu eres uno de los que hace algo de lo de arriba, ya lo sabes ¡no lo hagas más!

Aún así la experiencia de ver una muy película hace que todo lo anterior se olvide.

¿ustedes cuáles más agregarían?

Saludos