Movimientos

Van 4 veces que intento escribir el primer parrafo y no me satisface lo que leo.

La ventaja de que esto no sea papel es que no se verá tachoneado.

El día de ayer tuve oportunidad de visitar el museo de arte contemporáneo Rufino Tamayo, lo encontré estimulante. Una invasión a los sentidos, sonidos que rompian con la armonía de una parte de Chapultepec.
De entre todo lo que me llamó la atención fue la exposición del artista Juan Downey, quien es uno de los pioneros en el videoarte.

En sus escritos mencionaba que la tecnología se volvería una extensión de los medios humanos, en cierta medida tenía razón, para ser 1978 fué un visionario de su época. Aquí tenemos un escrito al que hace referencia la exposición.

De entre sus creaciones encontramos esta reproducción que capta los movimientos de la mano y se ve reflejado en los focos del panel.

El objetivo de este espacio era sentarse en los bancos y dejar que las imágenes que se transmitian llegaran y a la vez uno formara parte del circulo, el video hacía referencia a una tribu que habita en los límites de Venezuela y Brasil.

Otro de sus salas fue su obra cumbre, Trans-america, recorrió la parte del continente americano, adentrandose en comunidades practicamente desconocida. Y si se lo preguntan, si, estuvo en México.

Otra de las salas del artista Carlos Amorales presento platillos, los cuales podías tocar con baquetas, todos puestos en diferentes posiciones, se encontraban textos e imágenes en la pared que rompían con el concepto que presentaba.

Foto de Neoyorquinos participando en la obra de Juan Downey.

Museo Rufino Tamayo

Torre Mayor.

Vi algunas obras pictorícas de Nahui Olin, las cuales debo debo decir, no me gustaron mucho, como artista le faltaba técnica en la obra,  ahí la rescataba el Dr. Atl. De los demás artistas del colectivo Olinko, al que hago referencia con los anteriores artistas presentaban una interesante visión, pero honestamente no conseguí interesarme mucho. La obra de Tamayo aunque no era numerosa me interesó más.

Lo demás que viví lo veo con un extra.

Alcancé a tomar esta foto del omnipresente ángel de la independencia.

Al escribir y escuchar música todo tiene un mátiz diferente de como las recuerd, o ¿será que lo que siento se sobrepone?

Verdaderos

La arena de la playa se deshacía con el paso del agua, le quitaba la forma, la arrastraba. La engullía.

Eso veía ella mientras sostenía aquella copa de vino, tenía la mirada perdida en la arena. Pero su mente era mucho más de lo que veían sus ojos, su mente erán miles de imágenes por segundo, eran memorias vivas. Eran anhelos.

Apuro su copa de vino y se levantó de aquella area tibia, se sacudió la arena y se retiró a su casa.

*

A cientos de kilometros de ahí, él la pensaba profundamente, la pensó tanto que en un momento pensó que gastaría tanto tanto su recuerdo  que con el tiempo sería como las cosas viejas que dejan de verse como artículo nuevo, el no quería eso para su recuerdo.

Quizó encontrarla desesperadamente, como un loco que no sabe lo que quiere.

*

Ella esperaba un encuentro, lo deseaba, pero no aceptaba que esperaba a alguien que deseaba lo mismo que ella.

Salió de su habitación y caminó a ver el ocaso del cielo, según ella ninguno era igual que el anterior, creo que tiene razón.

*

El llega a su casa, y toma una cerveza del refrigerador, no la termina, su cabeza no lo deja terminar, quiere distraerse, hacer que su mente la olvide un momento, le es imposible.

*

Ellos no se conocen, no se han visto jamás, pero su soledad es tan abrumadora que no saben que algún día han de encontrarse.

*

Al día siguiente aquellos 2 caminaban en la misma dirección, aquellas soledades los acompañaban, inmensas. Se cruzan, evaden el contacto de los cuerpos.

*

No pasó nada, todo se trata de que las miradas coincidan.

*

Lo que tampoco saben es que por la tarde se volverán a topar, ella irá a ver la puesta de sol, como lo hace todos los días.

Con la vista perdida

Tuve por fin, la oportunidad de ir a conocer el museo de antropología e historia. Esta ves la entrada tenía muchos menos visitantes y entré bastante rápido.

El recorrido duró mucho más de lo que me imaginaba, horas y miles de artículos para ver, discernir, leer e intentar pensar que tal fue el desarrolo desde la creación de esas cosas hasta su descubrimiento. De los viajes que he hecho últimamente me llegaron recuerdos vivos, sobre todo de Oaxaca y Campeche, ricas en historia; planeé mal la ida ya que no comí por estar ahí adentro, también he de decir que el tiempo se me fué rápido, con la excepción de las cultura occidental, que se me hizo, ñeh.

Seguiré en el camino por visitar las zonas arqueológicas que me faltan, hasta entonces con más noticias.

La j es una i con los pies levantados

Escuché un montón de canciones que me estimulan, que me hacen cerrar los ojos mientras voy caminando, no me da miedo tropezar con algo o alguien.

Bien puedo pensar en una historia de amor, hacerla complicada, sencilla, agregarle mátices, hacerla imposible, llenarla de cosas, convertirla en algo digno de contar, guardarla en la memoria, guardarlo en un lugar, una foto, una canción, una sensación.

Soy un aficionado de salir a la calle cuando corre el viento, automáticamente cierro los ojos y dejo que el viento me atraviese, que me desacomode las ideas, que me acomode los sentimientos, que se lleve mi imagen, mi reflejo en un ventanal, que la estampe en un eificio, que la lleve lejos, y que ese soplo se muera en una nube.

Pienso que cuando uno más quiere acomodar lo que siente el ambiente más se encarga de revolverlos, debe ser para que no te quedes quieto, que estés en continuo movimiento, querer más, viajar más, imaginar más, transportarse hacía otras latitudes y todo sin haber movido un músculo. A la persona que dijo que no existe la máquina del tiempo se equivoca, existe la música, también los lugares que le hacen ir a un recuerdo muy bueno de alguien, generalmente.

En medio de las disquisiciones me pongo a pensar sobre los sueños. Si el café quita el sueño, ¿los sueños se sueñan con mayor fuerza? ¿Es cuando se vuelven realidad? o ¿Es cuando finalmente tienes que levantarte de la cama y olvidar que soñabas?, esto último me parece una tristeza.

Fotopost: no publicadas

Campeche y Edzná, Campeche.

México, D.F.

Tepoztlán, Morelos.

Lagos de Moreno, Jalisco.

Guadalajara, Jalisco.

Taxco, Guerrero.

Ya no hay sombra

Veía con curiosidad a Calígula, la tortuga, aquella que no dejaba comer a panchita. Me acercaba lentamente para observar sus movimientos, pero en el momento que quedaba de frente se ocultaba, la dejé y me fui al balcón.

El árbol estaba dando uno de sus característicos bailes al ritmo del viento, las ramas le hacían segunda. Tiene algo de interesante ver el movimiento de los árboles, a veces pienso que llegará un viento tan fuerte que dejaran de querer sostenerse de las raíces y caerán estrepitosamente haciendo gritar de pánico a los vecinos; pero ese solo es una visión un tanto apocalíptica. Lo que en verdad me gustaría sería que ese árbol se desprendiera de las raíces y empezara a caminar, levantando a las personas y también, por que no decirlo, privando de la sombra que ofrecía, me gustaría también que alzara a la gente que va por ahí haciendo garabatos en la corteza del árbol con una navaja.

Me despabilo y me quedo observando al árbol que está frente a mi ventana, quieto. Pienso que se debe sentir triste, estando ahí sin privada, siempre a la vista de las ventanas de los vecinos.

¿Qué hará cuando nadie lo ve?

Fotopost: Puebla

El fin pasado estuve en Puebla: