La granja maldita

El año pasado en el feisbú apareció una aplicación esa de la granjita del mal, en un principio la verdad es que no me llamo la atención y hasta me burlaba del famoso juego, después que dije ¡bah, esas cosas que!, el destino siempre se las arregla y me restregó en cara el sabío dicho: núnca digas de esa agua no beberé. Total que para no hacerla larga empecé en el terrible y adictivo mundo de farmville... tun tun tun.


Es una adicción tal que te absorve el tiempo y hasta llegas temprano para que no se te vaya a echar la cosecha, para comprar casitas, pollos, pingüinos, vacas, vacas rosas, vacas verdes, gatos, árboles y demás cosas, pero espérenme, cuando han visto algún pingüino en una granja,, ¿a ver? y el objetivo, nomás conseguir experiencia, perder el tiempo y ver que es lo que vas a cosechar, en la vida real esas cosas no se verían. Y ahora que he liberado de esa carga puedo decir, yo tuve adicción a la granjita pedorra.

Una imagen jocosa.

Después de todo me puse a divagar en si era parte de una conspiración del gobierno y fomentar el consumismo, no se si habrán dado cuenta (los que juegan) que cada fecha-celebración-especial ponen así decoraciones representativas, como la navidad, el super bowl, san valentin-elizalde y demás cosas, pero eso es pura divagación.

Ahora me considero una persona recuperada y capaz de no recaer en los juegos esos de feisbú, Solo recuerdo que dejaba hasta llegaba a decir, tales días voy a estar fuera, voy a dejar esto para que cuando regrese esté al punto... y ahí es donde te empieza a caer el 20, el 40 el 80 y todos la numeración. Ya cuando las notas que mandas son puros regalos y solicitudes es inevitablemeble una señal que estas en el hoyo. 

Ya, fin del episodio farmvillesco. Ahora lo que me atañe es el examen que presentaré el día del mañana y el cual debo de mejorar en ciertas partes.

Ái se ven. ya no los quiero ver farmvilleando.