El pasar de los años es algo inevitable, comienzas preguntándote que hacías hace 1, 5 o 10 años, recuerdas cosas que tal vez tenías planeado hacer, lo que veías, lo que escuchas y muy posiblemente queda poco de todo eso que solías ser, pero pues cada parte tiene su toque y las memorias permanecen para dar paso a lo nuevo, a lo que todavía no conocemos.
Hace un año no sabía donde estaría hoy, ni que estaría haciendo. Me preocupaba por sobrevivir y hacer algo de la vida, en hacer que el tiempo rindiera y el tiempo pasara sin dejar los característicos estragos, pero como ya dije, eso es algo inevitable. Los planes que hacía eran diferentes y tenía otra forma de ver las cosas.
Hace 5 años estaba por terminar la universidad, mi futuro era más incierto que nada, no sabía que hacer, trabajaba por mi cuenta y llegó la temporada de asistir a un programa de radio, cosa que ha sido una gran experiencia hasta el momento, pero después terminé la uni y me fuí a estudiar a León, ahí es donde tuve que decir adios al programa de radio.
Hace 10 años estaba en la prepa, siendo un personaje feliz, sin que nada me preocupara de la vida, todavía forjando la personalidad, gustos y demás cosas que terminan por definirte. Esos fueron los años decisivos, lo que bien pudo cambiar el rumbo de donde estoy ahora y donde pudiera haber estado en caso de haber tomado LA decisión. Sin duda grandes años.
Viéndolo todo en retrospectiva cada tiempo tiene su aprendizaje, siempre hay cosas chingonas y otras que te parten la madre, pero lo que termina valiendo es si aprendiste algo de eso o se termina siendo como la canción de José Alfredo: nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores.
En retrospectiva aquellos sentimientos se levantan de nuevo y la nostalgía invade, es como un campo estrellado donde parece que se pasa una película en la inmensidad del negro cósmico, en ese mismo campo se dibujan las escenas de los recuedos y se tornan palpables unos segundos hasta hacernos particípes con la inmensidad de los recuerdos. La luz estelar te ilumina trazando los caminos que la memoria quiere mostrar, no importa que tan escondidos estén, permanecen a lo largo del tiempo, sobreviven a las nuevas historias y a cada vivencia nueva que tenemos, se resisten a desaparecer y es por eso que se manifiestan con la toda la fuerza que algún día tuvieron.
Ah que chingón es recordar.
Ái se ven
Saludos
1 comentario:
sí, definitivamente, es bueno recordar, se agiliza la mente y te hace más inteligente...
ok, quizás eso ultimo no, jajaja, lo que es cierto es que si vemos las cosas detenidamente, aprendemos un poco más y retomamos lo que sirve
eso si ayuda, ayuda a no olvidar de donde venimos, que hicimos y quizás nos ayuda a trazarnos más metas
como sea, recordar, es vivir...
o al menos eso dicen no?
saludos!!!
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