En el centro ce coyoacán es fácil sentirse como un niño y dejarse llevar por los shows, ver a los artistas urbanos lanzando un díabolo a 2o metros de altura o cargar a un niño mientras montan un monociclo, recuerdo bien que ese día en frente del espectáculo de los artistas urbanos había algo así como un concierto, ¿famosos? no, no eran famosos pero se me hizo de lo mas común y corriente ver a una chava "cantar" o expresándose... en fin no me gusto los pocos segundos que estuve ahí, me hizo mas gracias ver a un niño reir, mi propio niño interior, y disfrutar de los minutos que duro la función, al terminar pasas por infinidad de puestos, algodones, cuadros, una pista para los señores que le dan al danzón, con los organilleros o cilindreros que siempre andan pidiendo quesque para mantener la tradición, pero a cualquier lugar que voy siempre veo como de a 2 o 3, eso hizo que recordará un pedazo de la película de Pito Pérez con Tin tan en un díalogo que dice así:
"transeunte: Ejele ese cualquier lo toca
Pito Pérez: pero no cualquiera lo carga"
Ir al centro de Coyoacán es encontrarse y perderse al mismo tiempo, es olvidarte del tiempo, del trabajo, de los problemas, es ir a disfrutar de los olores, de los colores, de la diversidad de culturas reunidas en un solo lugar, y por que no... comprar un cafe, llevarte un libro y zúmbale pichón jajajajajajajajajajajajaja (que mamon). El día que vengan al mero DeFectuoso ahí me avisan.
He dicho.
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