Viernesin

Después de una semana muy intensa, laboralmente hablando, a esta hora me va pareciendo viernes por fin. Acabo de comprar mi boleto para ir a pasar el fin a Guanajuato, después de estarlo planeando llegó la fecha y es hora de ir a disfrutar con los compas.

La pregunta realmente importante es ¿me llevaré los tenis verdes o ñe?

Ahora pensando bien, desde mi cumple el año pasado que nos vimos han pasado casi 10 meses, la chingamos bien sabroso, por poco el año y solo así nos reunimos, pero espero eso cambie con las próximas salidas que están programadas, ya sea con alguien de ellos o que me vaya yo solo, al fin... lo único que nos llevamos a la tumba es lo que comes, bebes y viajas... tan tan.

Esta fué otra semana más de cambios, de hacer nuevas cosas, de pensar en el crecimiento personal y profesional. Ah chingaos por poco y empiezo a escribir libros de superación personal, pero no se apuren, eso no pasará jaja.

Ahora que me pongo a pensar la constante de está semana fué depende de otra persona para poder terminar lo que tengo pendiente y como no era la excepción hoy también me tocó, aúnque yo vaya con todo para finalizar el día de hoy siempre hay algo que termina por jalarte cuando vas encarrerado. Pero así son estas cosas del trabajo, ya no quedó en mi hacer lo mejor para resolver los detalles.

Este post sin mucho sentido fué patrocinado por discos de calidad tepis.

Ái se ven.

Llegó el momento de..

sacar de mi vida todo lo que no sirve,
todo lo que empiezo a odiar,
todo lo que no me gusta,
aprender de los errores,
hacer las cosas bien,
mandar a la chingada a ciertas personas,
emprender,
dejar entrar nuevas personas,
sentir,
liberarme,
dejarme fluir,
decir lo que realmente pienso,
dejar el miedo a un lado,
decir verdades,
enfrentar la realidad,

Cambiar.

Lo son...

¿Qué hay acerca de esas verdades a medias, por qué se dice solo que se conviene?... y más cuando se hace para evitar una responsabilidad.

¡Son chingaderas!

Ayer no te vi

Siguen pasando los días y ahora que volteo para atras sigo preguntándome cuando paso, posiblemente fueron las largas pláticas, los gustos afines o muchas otras cosas en común, pero hoy, sin yo esperarlo eres una parte que me gustaría tener cerca de mi, más.

Y sin proponermelo tu tiempo ahora parece tan mio que no logro arrancar la sensación que me llega tan de golpe, podría ser que en el fondo de mis pensamientos sobre ti se posicionaron en el portal de la memoria y no logro, ni quiero apartarlos. Podría jurar que te conozco de toda la vida.

Cuando me di cuenta era demasiado tarde, no podía hacer nada... me habías atrapado.

Allá donde solíamos gritar

Recordaba mis tiempos en Lagos y la capacidad que teníamos para hacer en cualquier momento un plan que se quedara largamente en nuestras memorias, algunas veces, las mejores, suelen pasar sin haberse planeado.

Era una mañana de sábado y estábamos jugando en las canchitas de -los hermanos-, una llamada después y ya se estaban cocinando el viaje, 1 hora más tarde ya ibamos rumbo a nuestras casas a agarrar ropa y a ver con que pretexto le salíamos a nuestros padres, era sencillo todos nos ibamos de campamento y regresaríamos al día siguiente. El destino era hasta ese momento algo desconocido y hasta ese momento el viaje más lejano que realizariamos hasta ese momento nosotros 3, se trató de Querétaro, allá nos encontrariamos con más personas en el cuarto que tenía por nombre el mastersuite 2, ay güeiiii jajaja. La noche fué intensa, aunque no se ingirieron cantidades groseras de alcohol hubo quien pedía más y más y hasta se querían ir por más. La noche, llena de cosas absurdas y anécdotas que contar al día siguiente que empezaba con la clásica ducha matutina y los gritos de las regadera, esos que eran algo así como despertador para los demás jijijijojojo y que después preguntarían quien era y pues obvio la primera cosa era aplicar el tán clásico: hazte pendejo.

En aquel viaje conocimos las semas, mismas que dejaron huella y un redundante: pero cuando regresemos vamos por más. y así se nos fué la mañana en dejar todo listo para salir del hotel e irnos a desayunar y ya cada quien agarrar camino. No se les olvide que como andábamos de campamento pues había que llevar ropa para esa ocasión... y total que en el camión de regreso aplicamos la operación "regreso de campamento" y en ese transcurso nos cambiamos de ropa. Toda una aventura.-

La última ocasión que nos vimos fué en San Miguel de Allende y haciéndo memoria parece que desde esa vez hasta ahora han pasado si no me equivoco unos 9 o 10 años, En ese último viaje se repitieron los clásicos gritos pero ahora en el hostal, el objetivo era ver la reacción del velador que seguramente estaba viendo porno en la compu... y por primera vez la aparición estelar del globo vacilador.

Ahora son de esas páginas que estaban en blanco para descargar ahí la fuerza de los recuerdos.

Para ver las fotos del viaje a San Miguel de Allende, pícale aquí.

A finales de este mes nos reuniremos en Guanajuato.

Ái se ven, buen jueves.

Esta entrada se escribió mientras escuchaba a Bosques de mi mente

Cuando estaba en la secundaria en los tiempos donde todavía se usaban gises y migraran -a lo que viene siendo pintarron, (lo que viene siendo, jojo). Se frecuentaban las famosas guerras de gises, bastaba la salida de algún profesor para que alguien con mucha iniciativa fuera al pizarrón y agarrara un gis nuevo que después partiria para aventarle al más descuidado o nerdo. Eso generalmente daba mucho pie ya que núnca faltaba alguien que consiguiera esos proyectiles mágicamente y empezaran el vuelo de los gises a diestra y siniestra.

En uno de esos episodios macabros un profesor al que apodábamos el buitre me agarro infraganti en el momento en que me disponía a aventar uno de esos gises que tenía por objetivo la cabeza del chelelo. Mal entró y me mandó a mí y a otros 2 compañeros a comprar una caja de gises a la papeleria de enfrentem, de regreso no hubo más que entregarla y esperar a que aprendiéramos de nuestros errores. Pero la secundaria es un campo de batalla, mas tardó en sonar la campanara el descanso de los 10 minutos cuando otra vez llovian los gises, está vez no participé. Pero si me tocó ver que el chelelo recibía 2 certeros tiros en la cabeza jojo, lo disfruté tanto y acordarme de la escena me hace sonreir.

Ahora esos tiempos se fueron quedando atras como todas esas historias que ahora solo reviven y toman forma de los recuerdos

Últimamente supe que el chelelo trabajaba como empleado de una caja popular. (leáse con el tonito  ese que usan en las películas para el final de las películas y que describe lo que fué de la vida de cada personaje)

Buen Sábado
Ái se ven