En semana santa tomé el famoso puente vacacional para viajar, algunos dirán ¿no que son días de guardar? yo simplemente digo, si se ponen de pechito hay que aprovechar a salir. La decisión quedó el miércoles como a las 4 pm, me pregunté ¿que haré, me quedo y disfruto de la ciudad sola? o me voy e inguesuu, Jaja el resultado aquí abajo.
Llegué a León y vi no muchos cambios, pero menos parloteo y más fotos.
La pista de hielo en León, así bien fruncida.
El lugar que mi buen amigo Frank me prestó, muy muy cómodo, sobra decir que invitaba al sueño a altas horas del día.
La atracción principal de ese día que llegamos fué el puente que no lleva a ningún lado, efectivamente... no lleva a ningún lado. Tanta obra y ya, hasta ahí.
Las calles del centro de Lagos, las únicas diferencias al paso del tiempo son las rayas amarillas y que no quitan esos parquímetros pedorros.
En semana santa, así se ven las calles, solas solas.
Más calles del centro solas, el domingo se aperran machin, parece que salen personas de abajo de las piedras.
Sí estas calles hablaran, jaja.
Cuando vivía acá esta era la calle que tomábamos para ir a la casa.
Fotos de cuando me llevaron a conocer el nuevo libramiento vacilador.
Más fotillos del libramiento vacilador, en un tramo muy nice y en otro... no.
La Ermita, de Lagos a León o viceversa todo un símbolo, más adelante están las carnitas, que creo ya viven de la pura fama.
Ahí mismo, vacía la carretera.
El gobierno de Lagos llegó un tiempo que para todo hacía fuentes y jardines, he ahí la prueba.
La fuente que nomás prenden los domingos ¿o ya la prenden diario?
En este lugar estudie el kinder, sí... todavía me acuerdo.
¿cómo tendrá por dentro su casa?
A este billar de mala muerte casi siempre va puro ruquito y salen bien vaciladores.
Esa liebre más bien parece burro con bigotes y con ojos de alcancía.
Y pues entre los datos así mas importantes después de todo este tiempo que abandoné el blog es que por fin saqué el examen de certificación de microsoft. Y eso merece festejarse.
El sabadaba iré a la feria del libro en la alameda del sur a ver que hay de interesante, espero que no hayan libros así pedorrones de títulos como ¿cómo educar a un hijo berrinchudo? mamá, necesito lentes ¿cómo jugar squash? billar de bolsillo ¿mito o realidad?, ¿Qué hacer con 100 pesos? y más más más montones de libros con títulos espantosos. Por cierto el rey con los títulos de libros más extraños y que jamás leería es de Lagos, saludos Luis Moreno.
Y hoy es un buen día para festejar.
Ái la ven, buen fin.