Horas extra

Sigo en la oficina, acabo de conectar el emepetres mientras veo el partido de la selección por internet, el cansancio me está venciendo, acabo de decidir dejar la lap por que el camino es largo y estoy en casa de la chingada, por no decirles que estoy en palmas o lo que es lo mismo las lomas.


Descubro con horror que no cargaré la batería  del emepetres lo suficiente para que me aguante todo el camino, así que por las dudas me acompañara en la travesía un libro. Me da una flojera terrible irme a auditorio de ahí a tacubaya luego a chabacano y de ahí hasta tasqueña, no mamar nomás de escribir eso ya ni ganas me dan de irme, por eso espero que esta semana termine este proyecto que se extendió más de lo debido y que al parecer estos días serán pesados, más pesados. Desafortunadamente este trabajo no me cuenta las horas extras y si el cliente así lo decide se trabaja todo el fin de semana sin descando y a veces sin dormir.


Durante las horas muertas es inevitable no pensar en lo que podrías estar haciendo, viendo, leyendo, escudriñando, analizando. Hay horas en las que simplemente dan ganas de salirse sin decir nada e irse al depo a descansar. Núnca lo he hecho pero me ha pasado por la mente.


Pero por ahora se terminó el día. Es hora de irse.


Ái se ven.